
Para mí es ante todo respeto. Respeto a las opiniones, a las personas, a las creencias y a las convicciones. Respeto al medio ambiente y respeto a todo el mundo. Y eso es lo que nos falta a todos, porque nos reímos los unos de los otros y, lo que es más indignante, ellos, los "poderosos" (en términos de dinero), se ríen de nosotros sin piedad. Porque los jóvenes también merecemos respeto, porque no hay más obviedad que la que dice que en nosotros va a recaer el futuro. Y es que, en efecto, somos el futuro. ¿Les importa dejar un mundo mejor, o al menos no peor? Creo que su dinámica ya nos demuestra que no.
¡Qué triste!