Es una de esas pequeñeces de cada día que convierten mi vida en algo mejor. Mucho más que un gran episodio o un espectacular suceso. Es algo con lo que me sorprendo a mí misma, algo que me llena de vitalidad. Cuando voy por la calle, sea como sea, vaya como vaya, camine con quien camine, me gusta, me encanta, me chifla mirar a los ojos de los transeúntes. Busco sus ojos y encuentro su mirada. Normalmente él o ella caminan en dirección contraria a la mía, por lo que nuestros ojos comparten tan sólo unos segundos de intimidad. Como si nos conociéramos de toda una vida o como si quisiéramos contárnoslo todo. Cada vez la sensación es distinta, pero lo cierto es que casi siempre, cuando nuestros ojos ya no pueden seguirse más, me río como una boba. Me imagino qué habrá pasado por su mente: ¿Se habrá fijado en mis ojos como algo físico: atractivo o no? ¿Le habrá gustado mi descaro? ¿Le habrá puesto nervioso? ¿Habrá estado escuchando a quien le hablaba a su lado o por el contrario habrá desconectado para centrar su atención solamente en mí?. La verdad, no sé qué extraña razón me incita a hacerlo, no comprendo por qué motivo me gusta encontrar miradas y hacer que me sigan hasta que ya no puedan más. Quizás es morbo o quizás un simple juego. Seguramente ambas cosas.
11.4.10
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
en eso compartimos gusto! ami tambien me encanta. me gusta imaginarme quien son, donde van, de donde vienen, que sienten, nose, echarle imaginacion y predecir, pensar que quiza con aquella persona podrias charlar un rato, o quizas pensar que no te llevarias bien, todas la miradas son distintas y te dan una sensacion diferente cada vez. es especial.
ReplyDeletewyatt earp
Creo que no es lo mismo, pero vaya, cada uno tiene sus gustos. Otra cosa es imaginar quiés es una persona, esto a mi también me gusta, pero no era lo que quería expresar.
ReplyDelete