Veintiún años para comprender que no hace falta tomar éxtasis para alucinar. Veintiún años para ver que sólo mirando alrededor uno puede claramente flipar. En serio, pocas veces he visto cosas así. ¿De verdad tanto cuesta decir las cosas como son? Yo creo que no es más fácil esconderse tras un ordenador o bajo un techo familiar; como tampoco creo que sea mejor callarse, ni ver cosas donde no las hay... Toda mi vida he pensado que los problemas hay que decirlos, pero en condiciones. Uno tiene que enfrentarse a lo que sea. El miedo es para cobardes. El miedo es desconocimiento. El miedo es absurdo. Cuando algo no gusta, se dice; cuando algo no apetece, no se hace. Pero las explicaciones sí se dan. Se da la cara, así de fácil. Si lo haces, nadie podrá reprochártelo jamás.
El éxtasis es para gente sin amigos cobardes.
esconderse es reconocer que no hay argumentos. Estoy totalmente de acuerdo contigo... para bien o para mal, se ha de dar la cara
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