Ella no pensaba que sus días y sus problemas fueran absurdos melodramas y por eso seguía luchando. Ella sabía lo que le importaba y sólo deseaba verlo hecho realidad. Ella esperaba pacientemente, unos días con ganas y otros sin ellas, pero siempre esperanzadamente. Esperó un día, esperó dos, esperó hasta años y nunca se cansó. Tenía convicción y mucha firmeza. Pero tuvo mala suerte: se quedó esperando y nada ocurrió; esperó toda su vida y jamás nada pasó.
23.5.10
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment